Lula llama a los países ricos a ayudar con dinero a la Amazonía en plena ola de incendios
Los incendios han calcinado 6.718.025 hectáreas de la Amazonía brasileña
El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este miércoles a los países ricos a financiar definitivamente la protección de la Amazonía, en un momento en que el ecosistema enfrenta una devastadora ola de incendios forestales.
«La situación es muy grave», alertó Lula en una entrevista a la emisora Rádio Norte FM, después de realizar un viaje al estado de Amazonas para conocer in situ los efectos de la extrema sequía que también golpea al mayor bosque tropical del planeta.
La sequía, que ya se vivió con intensidad en 2023, ha dejado varios ríos amazónicos en mínimos históricos, perjudicado el traslado de medicinas y alimentos, y aislado a decenas de comunidades rurales, además de servir como combustible para la propagación de las llamas.
En este marco, el jefe de Estado llamó a «aprovechar el momento» para que «los europeos y el mundo desarrollado» se den cuenta de que es necesario que Brasil y el resto de países amazónicos «reciban dinero para cuidar de las personas que viven allí».
«Debajo de cada copa de árbol vive una persona» y hay que entender «la preservación de la selva como una forma de vida», defendió Lula, e instó a «actuar de forma responsable» porque «estamos destruyendo el mundo en el que vivimos».
Lula recordó que próximamente enviará al Congreso una iniciativa para establecer el Estatuto Jurídico de Emergencias Climáticas con la intención de «crear y acelerar» políticas públicas de enfrentamiento a los eventos extremos.
Ese plan también incluye crear una «autoridad climática», con un comité científico.
El líder progresista abogó además por formar a los jóvenes que ingresan en el Ejército para el combate a los desastres climáticos.
Los incendios han calcinado 6.718.025 hectáreas de la Amazonía brasileña desde que comenzó el año, lo que supone un 1,6 % del bioma, según datos oficiales.
En total, la Amazonía brasileña sumó 63.189 focos de incendio entre enero y agosto de este año, el doble de los registrados en el mismo periodo de 2023.
El Gobierno brasileño sospecha que la gran mayoría de ellos fueron provocados por la acción humana.