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Científicos hallan en un estudio que los varones con COVID-19 tienen una secuela más: la infertilidad

El impacto que tiene la COVID-19 en el organismo humano aún no es comprendido en su totalidad. Esta situación ha llevado a investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, en Wuhan, China, a señalar la necesidad de que se revise a los varones con COVID-19 durante su recuperación. Un estudio, en tanto, ya ha arrojado evidencia directa del daño a la fertilidad masculina en pacientes con esta enfermedad.

Ciudad de México, 4 de febrero

El receptor de la enzima puede existir en los sistemas olfativo, respiratorio, digestivo, circulatorio, neurológico y, potencialmente, incluso en los órganos reproductores masculinos. Varios estudios han encontrado la presencia del virus en muestras de semen de pacientes positivos a la COVID-19.

Investigadores de la Universidad Justus-Liebig, de Alemania, y de la Universidad Allameh Tabataba’i, de Irán, realizaron una investigación que muestra evidencia directa del daño a los testículos en pacientes con esta enfermedad. En el estudio participaron 189 hombres de entre 20 y 40 años, 84 de los cuales padecían la enfermedad y 105 estaban libres de la enfermedad.

.- Científicos alertaron sobre el daño potencial que la COVID-19 puede causar a la fertilidad masculina, efectos que podrían seguir afectando a la humanidad varios años después de que la pandemia disminuya.

Ante la creciente evidencia de disminución de la movilidad y cantidad de los espermatozoides, así como de daño testicular, los científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, de la provincia china de Wuhan, han señalado la necesidad de una investigación urgente sobre las consecuencias a largo plazo que la infección de la COVID-19 tiene en la fertilidad masculina.

“Existe una necesidad urgente de rastrear a los varones con COVID-19 durante su recuperación”, sostienen el microbiólogo Yu Tian y el biólogo reproductivo Li-quan Zhou en su estudio sobre la invasividad del SARS-CoV-2 en los testículos y sobre los mecanismos que interfieren en la reproducción masculina, publicado en la revista Reproduction.

El SARS-CoV-2 ingresa al cuerpo humano a través de una enzima que está presente en numerosos órganos vitales, incluidos los pulmones, el corazón, los riñones y los intestinos, lo cual nos hace susceptibles a un daño significativo a medida que el virus avanza por el organismo y comienza a replicarse sin control.

El receptor de la enzima puede existir en los sistemas olfativo, respiratorio, digestivo, circulatorio, neurológico y, potencialmente, incluso en los órganos reproductores masculinos. Varios estudios han encontrado la presencia del virus en muestras de semen de pacientes positivos a la COVID-19.

Investigadores de la Universidad Justus-Liebig, de Alemania, y de la Universidad Allameh Tabataba’i, de Irán, realizaron una investigación que muestra evidencia directa del daño a los testículos en pacientes con esta enfermedad. En el estudio participaron 189 hombres de entre 20 y 40 años, 84 de los cuales padecían la enfermedad y 105 estaban libres de la enfermedad.

Las muestras tomadas mostraron que los marcadores de inflamación y estrés oxidativo en los espermatozoides de pacientes con COVID-19 se incrementaron más de un 100 por ciento en comparación con los del grupo de control. La concentración de espermatozoides se redujo en un 516 por ciento y la movilidad en un 209 por ciento.

“Estos efectos sobre los espermatozoides están asociados con una menor calidad de los espermatozoides y un potencial de fertilidad reducido”, explicó el investigador principal Behzad Hajizadeh Maleki, científico deportivo de la Universidad Justus-Liebig en un estudio también publicado en Reproduction.

“Aunque estos efectos tienden a mejorar con el tiempo, se mantuvieron significativa y anormalmente más altos en los pacientes con COVID-19, y la magnitud de estos cambios también se relacionó con la gravedad de la enfermedad”, señaló Hajizadeh Maleki.

Todavía son necesarias investigaciones más amplias para confirmar estos datos y poder valorar el impacto que esta enfermedad podría tener en la fertilidad masculina a nivel global.

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